La carta fue leída esta tarde por Gonzalo Corzo, un compañero de trabajo de la mujer en una cooperativa con sede en el club Remedios de Escalada de la localidad bonaerense de Pablo Podestá.
"Para los que me conocen no hace falta decir nada, para los que no, quisiera contarles que soy una mamá que salió a la calle a buscar a mi hija, sin ningún doble discurso, sin ninguna cosa oscura, con el objetivo de encontrar a mi hija. Y la encontré, no como hubiera querido, viva", comenzó.
"Hoy no puedo más del dolor, pero soy una mujer luchadora y así como la busqué y la encontré no voy a parar hasta encontrar al asesino de mi hija, al verdadero asesino", indicó Carola.
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